Más radical que nunca. Despidiendo 2011 con Ricardo Alfonsín y Marcelo Gabelich

Te acordás, Inés?

Siempre sentí una enorme felicidad al recibir una carta. Nada parecido a recibir un mail, o un SMS. Disfrutaba cada línea desde antes de abrir el sobre..con cuidado, sin romperlo demasiado.  Mi mayor defecto era ( y es, nobleza obliga), no responder rápidamente. No responder bah..!! Si lo sabrá mi querido Julio Lavallén..Una respuesta cada 3 sería una aproximada proporción...Pero escribir, escribía.. y la mejor prueba es ese comienzo de una carta tuya Inés.  "Querido primito: Hoy, con gran alegría recibí tu carta." El palo, merecido,  venía después: "Con noticias atrasadas por supuesto, pero igual con mucho interés..." Y la recompensa siempre en forma de algún regalito para el "basurero" como me decía mamá.(por eso de guardar todo tipo de objetos, papeles, revistas. etc...) Ahí estaban los boletos de colectivos, entradas de cine, estampillas, algún billete.. Sigo amando esas cosas..juntador más que coleccionista. Desordenado y siempre falto de espacios y lugares adecuados. Pero llevando de un lugar a otro muchos de esos recuerdos a prueba de divorcios y crisis económicas...Tocarlos, mirarlos, olerlos, me recuerdan con alegría muchos sueños, historias, ilusiones...Suficientes para seguir buscando y viviendo con todas las ganas...

BIENVENIDA, ORSAI

Ojalá cada día seamos más los que seguimos necesitando una revista de papel. Y que quienes no vivieron esos momentos mágicos de oler las revistas y los libros que llegaban a nuestras manos antes de leerlos, encuentren en objetos únicos como esta Orsai, la primera oportunidad de hacerlo. Nunca olvidarán esa sensación única. A mis hijos los ando persiguiendo con la revista...huelan, sientan, lean....sueñen..Gracias Hernán..Gracias Chiri.

Gracias Camila. Te adoro.

Así de hermosa, sensible y dulce sos m'hijita.

Antes de escribir doy tantas vueltas, y vos con toda tu inocencia y espontaneidad, en un ratito me regalaste esto tan especial. Me hace querer aún más la vida. Te amo.

Qué obra hermosa mi viejo Adrián..Cuánto trabajo!!!





Santa Fe, 1984   Cena con Lavallén. 

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De escribir se trata.....finalmente

Para eso se supone que está este lugar...pero pasan los días y parece que no hay nada que decir, o contar...Pero a quién?. Ahí está la cosa. He imaginado (y no escrito: soy un  escritor que nunca escribe nada), muchas cosas e historias..Recuerdos en general,  que pasan por la autocensura al momento de comenzar con estas benditas teclas, que se quedan esperando ...Penélopes en mi estación.
Así que a escribir pues..si nadie lo leerá..Ahí está la cosa...Para qué tantas dudas si sòlo hay  lectores  que no existen.  Entonces a superar esa barrera de "nueva entrada" y decir lo que aparezca.

El próximo 30 de noviembre cumpliría años mi querido Adrián Corones....

Te extraño mucho viejo "lobo de mar",  como me gustaba decirte... Te acordás?. En donde estés seguro que sí;  y no puede ser sino en eso que cuando éramos chicos llamaban "el cielo"..Gracias por abrirme las puertas de tu enorme sensibilidad. La música más sublime, mi  primera vez en el  Teatro Colón, el ballet,  las cenas en Edelweiss, un buen whisky para escuchar mi primera ópera, y aquellas sopas especiales de cebolla en invierno..Qué tipo afortunado soy. Y pronto iré trayendo a este lugar esa obra maravillosa que me regalaste para un cumpleaños hace más de 30 años...carajo cuánto tiempo: "La canción de la tierra",  para que poco a poco fuera descubriendo a Mahler.  La leo ahora y me digo: qué enorme esfuerzo para entregársela a un pendejo que no podía apreciarla y valorarla en su real medida. Pero eras sabio: en tu dedicatoria lo anticipabas..era cuestión de tiempo...Como me gusta decir, (y no es de mi autoría) "la verdad es lenta...". (continuará).

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