viernes, 4 de febrero de 2011

Te acordás, Inés?


Siempre sentí una enorme felicidad al recibir una carta. Nada parecido a recibir un mail, o un SMS. Disfrutaba cada línea desde antes de abrir el sobre..con cuidado, sin romperlo demasiado.  Mi mayor defecto era ( y es, nobleza obliga), no responder rápidamente. No responder bah..!! Si lo sabrá mi querido Julio Lavallén..Una respuesta cada 3 sería una aproximada proporción...Pero escribir, escribía.. y la mejor prueba es ese comienzo de una carta tuya Inés.  "Querido primito: Hoy, con gran alegría recibí tu carta." El palo, merecido,  venía después: "Con noticias atrasadas por supuesto, pero igual con mucho interés..." Y la recompensa siempre en forma de algún regalito para el "basurero" como me decía mamá.(por eso de guardar todo tipo de objetos, papeles, revistas. etc...) Ahí estaban los boletos de colectivos, entradas de cine, estampillas, algún billete.. Sigo amando esas cosas..juntador más que coleccionista. Desordenado y siempre falto de espacios y lugares adecuados. Pero llevando de un lugar a otro muchos de esos recuerdos a prueba de divorcios y crisis económicas...Tocarlos, mirarlos, olerlos, me recuerdan con alegría muchos sueños, historias, ilusiones...Suficientes para seguir buscando y viviendo con todas las ganas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario